Y quise liberar a mi memoria
de recuerdos que a diario me estremecen
y que levanten vuelo y no regresen
despedir una parte de mi historia.
Pero se quedan y dan vueltas como noria,
caprichosos me persiguen, me enloquecen,
por momentos cobran vida, reverdecen,
destemplando mi alma con discordia.
Tal vez un día me espere la victoria.
Un nuevo amor a la vuelta se aparece,
me atrapa, me consuela, me enternece,
y cambia dolor por fresco aire de gloria.
Difísil tarea la de obligar a la memoria... no sé si es tan bueno olvidar todo. Pero sí es saludable esperar el porvenir como una victoria. Buena suerte y más que suerte!
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