La noche puta
se llevó tu estrella.
Se engalanó de sombras,
se fue con otro.
La viste pasar,
dejó su huella.
Y te quedaste
con los sueños rotos.
Mordela en el recuerdo,
furiosa y bella.
Con las manos vacías,
poco a poco.
Y no te guardes nada,
aunque no la tengas.
Los mejores amantes
son los locos.
Y si vuelve algún día,
sin ser ella;
sin su cuerpo, sin su piel,
sin su voz tampoco;
que la memoria te confunda
y mientras
amala a oscuras,
sin la luz del foco.